Hoy no me puedo levantar, en el Teatro Rialto/Movistar

Cuando en el 2004 se empezó a hablar de que Nacho Cano estaba preparando un musical nadie sabía lo que podía ser. Lo cierto es que era algo grande, como no podía ser de otra forma viniendo de él.

De la obra se puede contar bastante. Dura mucho tiempo, y la verdad es que no se hace largo, o no al menos para todo lo que engloba. La historia está muy bien hilada, y hace un recorrido por toda la discografía de Mecano, con adaptaciones y medleys de toda la trayectoria del grupo. El escenario está dividido en dos partes y en algunos momentos se desarrolla la acción en ambos a la vez. En este sentido he de decir que el teatro Rialto no está preparado para un musical de estas características, ya que es demasiado estrecho. Donde se ve bien la obra es abajo, y cualquier butaca de la parte superior (quitando las dos primeras filas) se ve regular. Sin embargo las entradas son bastante caras, incluso teniendo en cuenta que se trata de un musical. El teatro ha sido remodelado, pero me da la impresión de que ha sido remodelado a peor, con la intención de meter más butacas, no de mejorar la experiencia del visitante.

A ambos lados, hay dos cabinas con dos músicos (un chico y una chica). El chico toca la trompeta y algunos instrumentos más, mientras que la chica toca la batería.

Sin embargo, y aunque todo era muy espectacular, no daba mucha sensación de estar escuchando música en directo. De hecho es obvio que las dos personas que estaban con los instrumentos no podían hacer todos los sonidos, pero es que incluso la voz de los actores no venía del escenario, y no sólo eso, tampoco tenía altibajos. Vamos, que el musical, muy bonito, pero era más un espectáculo de luz y sonido que un musical. Es una pena, porque los actores trabajaban realmente bien, y creo que los altavoces no dejaban disfrutar de todo su potencial en el escenario. La parte de los diálogos era lo mejor, y cuando llegaban las canciones, lo dicho: sonaban demasiado bien para ser interpretadas allí mismo.

En cualquier caso, si tenéis oportunidad de ver este musical os lo recomiendo, sobre todo si habéis nacido en los 70 o alrededores, o si habéis disfrutado de los 80. Aunque sólo sea por los recuerdos que os evoque, valdrá la pena.

A continuación, un pequeño vídeo de la obra para que os hagáis una idea.