Queen, We will rock you, en el teatro Haagen Dazs-Calderon

Tras ver Hoy no me puedo levantar decidimos probar suerte de nuevo con el musical de Queen. De nuevo las entradas un pastón, aunque por suerte esta vez pudimos coger patio de butacas. Tenía dudas de si coger entradas para la versión en inglés o en castellano, y al final me decidí por la segunda, pues ya que los actores de la versión española eran españoles, no tenía mucho sentido verlo en inglés.



El comienzo nos gustó bastante ya que la banda de músicos se presentó, y de hecho la cosa pintaba bastante bien: música en directo, interpretada allí mismo.

Entonces la obra comenzó, y de pronto nos vimos sumergidos en un rollo futurista, muy al estilo Moonwalker (de hecho el malo se daba un estilo a Quincy Jones) o de Dentro del Laberinto. Y todo era demasiado infantil. Los malos eran muy malos, pérfidos y malvados. Los buenos, muy ingenuos, de hecho casi tontos. Y bueno … el guion, cogido con alfileres para intentar lo mismo que con tan buen tino había hecho Nacho Cano, pero que en esta ocasión no salió muy bien y ni se acerco a lo que debería haber sido.



En cuanto a los actores, no actuaban nada mal, pero tengo serias dudas de si el precio de la entrada estaba equilibrada con el caché de los mismos. Me explico: cuando se trata de grandes obras de teatro o musicales internacionales, es bastante común coger actores locales del país de donde van a representar. No son actores consagrados, ni muy caros. De hecho, eso permite tener hasta 2 juegos completos de los mismos por si alguno fallara.

La obra se hace un poco larga, y al final uno ya está deseando que termine. La cosa es que termina y uno se queda un poco tocado. 3 horas tocando canciones y no ha sido para interpretar la mejor de todas, Bohemian Rhapsody. Pues no, nos la ofrecen al final. En una pantalla grande nos preguntan varias veces si queremos que ahora nos canten esa. Me gustaría saber que harían los actores si contestásemos que no.

Y bueno, pues ya está. Esta obra no está mal … pero nos la podríamos haber ahorrado.




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