De nuevo hemos tenido la suerte de ganar un concurso. Ultimamente he estado bastante ocupado en varios asuntos importantes, y ni me he preocupado de ver cuales iban a ser lo estrenos navideños. De forma que he venido al cine a ver una película sobre unos extraños seres mezcla pitufos azules con Mística. La película empezó a las 16.30 puntualmente. Yo estaba bastante cansado de preparar el viaje a Rábano, de currar, y que la noche anterior había sido muy larga. Así que en los primeros minutos, donde se introduce a la historia de Sigourney Weaver que si pollos que si pavos, me dormí.
Me desperté 10 minutos después, y la cosa se puso muy interesante. Empezaron a aparecer unos extraños seres gigantes que eran los Na’vi. Al principio yo no tenía muy claro que los muñecos que fabricaban en la base fueran de la misma especie que los Na’vi y llegué a pensar que había 2 realidades que se sucedían simultáneamente en dos mundos distintos (es lo bueno de ir a ver las películas sin saber absolutamente nada de ellas, y es que te puedes montar tantas películas propias como quieras). Luego ya me fui percatando de la historia y cada vez me fue atrapando más y más, hasta empezar a pensar que no había visto nada igual en mucho tiempo y que era la mejor película que había visto en los últimos 10 años. Ese pensamiento se mantuvo hasta el final de la película, pues es realmente cine fantástico, y sobre todo, espectacular. Y es que cuando uno va al cine, va a ver algo diferente de lo que puede ver cada día. Uno paga por salir de la rutina. Para ver lo de siempre, para eso se queda en casa. Muchos detractores de Cameron dicen que hace cine previsible para conformar al público. Pues que siga haciéndolo muchos años, porque se le da realmente bien. Eso del cine de arte y ensayo está muy bien, pero a mí que me pongan películas de estas, donde haya un principio, un desarrollo y un final, y donde haya historias que interesen. Precisamente no me gusta el cine español moderno (con contadísimas excepciones) PORQUE NUNCA TIENEN NADA QUE CONTAR. Son historias mundanas, de un tipo que va a comprar al súper y no hay leche, o de una persona que va por la calle y se tropieza. Se coge ese guion que no va a ningún lado y se desarrolla hasta hastiar al que lo está viendo. Por eso el cine español que veo tiene de mínimo 20 o 25 años, que era cuando el cine no tenía subvenciones absurdas, y cuando las películas que sobrevivían en cartel eran las que eran buenas.
Volviendo a Avatar, decir que si alguno no la habéis visto, os la recomiendo. Aunque dudo que haya alguien que deje de verla.