Aquí va un viejo texto humorístico de finales de los 90 que Belén me ha hecho recordar esta tarde a través de Facebook. Dice tal que así:
Querido hijo: Te escribo estas letras para que sepas que estoy viva. Estoy escribiéndote despacio porque sé que tú no eres muy rápido leyendo.
Si recibes esta carta es que te llegó; si no, me lo dices y te la mando otra vez.