Los cuervos pueden reconocer las caras humanas y guardar rencor durante años contra la gente que los ha maltratado. Esta habilidad – que también existe en otros animales – enfatiza el cuidado con el que algunos animales examinan a aquellos con los que comparten su espacio.
Biólogos de este campo han observado que los cuervos parecen reconocerlos, y algunos investigadores han llegado al punto de tener que usar máscaras para poder capturarlos o anillarlos, de forma que después pudieran observarlos sin alertarlos. No obstante, aún no está muy claro si estas aves los distinguen por sus caras o por algún otro rasgo característico como la ropa o similares. Para investigarlo, John Marzluff de la Universidad de Washington en Seattle y sus compañeros usaron una careta de cavernícola de goma y capturaron algunos cuervos americanos. Y esto fue lo que pasó:
Cuando más tarde una persona se acercaba a los cuervos llevando dicha máscara, los pájaros se ponían a graznar de forma sonora. Por el contrario, las aves ignoraron a la misma persona llevando una careta del vicepresidente Dick Cheney, la cual no habían visto antes en el anillado. "La mayor parte del tiempo caminas cerca de ellos y no les importa" dijo Marzluff.
Gran memoria
La antipatía hacia la máscara de cavernícola duró más de 3 años, incluso a pesar de no haber tenido más experiencias negativas con gente que la llevaba. Los cuervos respondieron con menos fuerza a otros detalles de la vestimenta de la persona, como la presencia de un sombrero o un brazalete de algún color.
En un segundo experimento, el equipo de Marzluff preparó 6 máscaras de representaciones de caras de personas, y llevaron máscaras distintas para capturar cuervos en cada uno de los cuatro emplazamientos. En cada caso, pudieron apreciar que los cuervos los reconocieron y se escondieron al ver la máscara que habían visto al ser capturados, e ignorando a las otras.
Este hecho muestra que los cuervos prestan atención a los humanos, distinguiendo a los que suponen una amenaza de los que no, dijo Doug Levey de la Universidad de Florida en Gainesville, el cual no formaba parte del grupo.
"Podemos pensar que son sólo espectadores ocupándose de sus propios asuntos – sólo que nosotros somos sus asuntos," él apuntó. "Es interesante saber que ellos son increíblemente perceptivos a los componentes gato y perro de sus entornos." (N.d.T. Esto último no tiene mucho sentido si se toma de forma literal).
Traducido de: NewScientist