Shutter Island, en Cines Ideal

Gracias a RNE y el Séptimo Vicio (y a Carlos que está siempre al tanto, como no), fuimos Carmen, Maribel, Mabel y yo. a ver esta película del sr. DiCaprio.

En esta película me pasó lo que me pasa en otras tantas. Casi al principio de la película le dije a Mabel cual era el secreto de la película (uno de ellos, porque tiene unos cuantos). Y dos horas más tarde pude comprobar que había acertado. Por lo demás es una película muy entretenida, con mucho suspense y con una banda sonora que nos sumerge en el aroma de intriga de la historia.















¿Buena suerte o mala suerte?

Había una vez un hombre que vivía con su hijo en una casita del campo. Se dedicaba a trabajar la tierra y tenía un caballo para la labranza y para cargar los productos de la cosecha, era su bien más preciado. Un día el caballo se escapó saltando por encima de las bardas que hacían de cuadra. El vecino que se percató de este hecho corrió a la puerta de nuestro hombre diciéndole:

-Tu caballo se escapó, ¿que harás ahora para trabajar el campo sin él? Se te avecina un invierno muy duro, ¡qué mala suerte has tenido!

El hombre lo miró y le dijo:

-¿Buena suerte o mala suerte? Quien lo sabe.

Pasó algún tiempo y el caballo volvió a su redil con diez caballos salvajes con los que se había unido. El vecino al observar esto, otra vez llamó al hombre y le dijo:

-No solo recuperaste tu caballo, sino que ahora tienes diez caballos más, podrás vender y criar. ¡Qué buena suerte has tenido!

El hombre lo miró y le dijo:

-¿Buena suerte o mala suerte? Quien lo sabe.

Más adelante el hijo de nuestro hombre montaba uno de los caballos salvajes para domarlo y calló al suelo partiéndose una pierna. Otra vez el vecino fue a decirle:

– ¡Qué mala suerte has tenido! Tu hijo se accidentó y no podrá ayudarte, tú eres ya viejo y sin su ayuda tendrás muchos problemas para realizar todos los trabajos.

El hombre, otra vez lo miró y dijo:

-¿Buena suerte o mala suerte? Quien lo sabe.

Pasó el tiempo y en ese país estalló la guerra con el país vecino de manera que el ejército iba por los campos reclutando a los jóvenes para llevarlos al campo de batalla. Al hijo del vecino se lo llevaron por estar sano y al de nuestro hombre se le declaró no apto por estar imposibilitado. Nuevamente el vecino corrió diciendo:

-Se llevaron a mi hijo por estar sano y al tuyo lo rechazaron por su pierna rota. ¡Qué buena suerte has tenido!

Otra vez el hombre lo miró diciendo:

-¿Buena suerte o mala suerte? Quien lo sabe

Nuevo blog: Con el alma a los labios

Belén García estrena blog para dar salida a todas esas historias de corte profundo que hasta ahora nos regalaba a unos pocos elegidos a través de Facebook.

De momento lleva tres historias publicadas, aunque sé de buena tinta que hay otras a medio salir a la espera de darles forma.

Y sin más dilación, aquí está:

Con el alma en los labios.

Reugenio, en Teatro Lara

Llevaba unos 5 meses siguiendo a Reugenio por Internet y por Facebook. Como pasa en muchas ocasiones, te interesas por un artista y cuando quieres ir a verle, no puedes porque no tienes edad, o no tienes dinero, o lo que sea. Y pasa el tiempo, y tus circunstancias cambian (y ya tienes dinero, o coche, o tiempo) y por desgracia, no sólo las tuyas. Esto es lo que me pasó con Eugenio en su día, ya que cuando estuve en situación de poder ir a una actuación suya, él ya no estaba para poder verle. Pero por suerte surgió Reugenio. He de admitir que la primera vez que le vi pensé que en realidad se trabaja de Gerard Jofra, uno de sus hijos, ya que es él quien se encuentra detrás de «Saben aquel que diu Producciones«. No es que se parezcan físicamente, sino que Gerard es quien se encuentra produciendo a Reugenio. De hecho en el teatro pude apreciar que no era el único que lo había pensado, pues escuché a varias personas comentar sobre «lo que se parecía Reugenio a su padre». De hecho mi familia no paraba de preguntarme si Reugenio era su hijo. Ya les decía yo que no, pero el parecido es tan grande, incluso en el timbre de voz, que supongo que es bastante lógico pensarlo.




Y bueno, volviendo al comienzo, a través de Gerard y Facebook tuve noticia de que Reugenio venía a Madrid, del 4 al 14 de febrero, al Teatro Lara. No lo dudé ni un momento y me puse a ver fechas para ver a cual de las funciones podría ir. Además, «Saben aque que diu» ofreció unos descuentos para la primera función. Dado que en mi caso íbamos a ir 6, valía la pena. Así que cogimos entradas para la primera función.

En mi caso fuimos Mabel y yo, mi madre y mis tíos. A todos nos gustaba mucho Eugenio (a unos más que a otros). Yo ya conocía a Reugenio de Internet y ya sabía lo bien que lo hacía, pero estaba interesado en saber cual iba a ser la reacción de ellos. Si le veían tanto parecido como yo, si pensaban que era bueno. Y sí, desde luego cumplió sobradamente las expectativas.

La función comenzó a las 22.30. Vino bastante gente, aunque el teatro no se llenó (de hecho, no es nada fácil llenar un teatro con un espectáculo de estas características). Reugenio conectó con el público nada más empezar la función. Una cosa muy buena a su favor y que también hacia el mismo Eugenio es interactuar con el público. Escuchar lo que dice y comenzar un diálogo con cualquier persona que tuviera algo que decir. Con frecuencia estas situaciones son más cómicas que los propios chistes. Esto sirvió para romper la fina capa de hielo, pues realmente los que acudieron iban con muchas ganas de réirse y no hubo que insistir demasiado. Reugenio comenzó con los chistes más clásicos de Eugenio y poco a poco dio paso a otros chistes no tan conocidos y alguno nuevo. Durante hora y media nos entretuvo, intecalando con los chistes pequeñas escenas improvisadas. Y esto no es nada fácil, pues cuando se trata de canciones, es fácil llenar hora y media sin mucho esfuerzo, pero sólo con chistes y con una sola persona en el escenario, no conozco mucha gente que sea capaz de hacerlo. Los monologuistas más famosos de ahora mismo no están más de 20-30 minutos sobre el escenario, o se alternan con otros para no cansar ni cansarse.



Ahora bien, la parte menos positiva de la actuación es la que se le puede achacar a cualquier imitador, y es que finalmente está atrapado por los límites del personaje al que representa. En el caso de Reugenio, lo hace tan bien como lo haría el propio Eugenio, con las ventajas y desventajas que ello representa.

Y bueno ¿qué más decir? La sensación que me ha quedado tras salir del teatro es la de haber pasado una noche con el mismo Eugenio y haber disfrutado de sus chistes.

Os dejo los datos para que vosotros también vayáis a verle.

Horarios de las Actuaciones:


Viernes 5 – 23.30
Sábado 6 – 23.58
Domingo 7 – 21.00
Jueves 11 – 22:30
Viernes 12 – 23:30
Sábado 13 – 23:58
Domingo 14 – 21:00


Las entradas se pueden sacar en el propio Teatro Lara (11 a 13 y 17 a 22h) y en Entradas.com, si bien, y como ya sabéis, mi experiencia con Entradas.com es bastante mala, por lo que siempre recomiendo usar una alternativa (en este caso, el propio Teatro). Por desgracia he olvidado llevar mi cámara, así que las fotos que pongo no son mías (sino de Saben aquel que diu y Promentradas).