Caminando con el Google Pixel 9a. Guía de uso.

Ha pasado ya una semana desde llevo usando mi nuevo Google Pixel 9a y voy a contar un poco las cosas que tuve que hacer para pasar de HyperOS a un Android puro, por si a alguien más le puede ayudar o le supone de alguna utilidad.

He de decir que el destinatario del móvil no era inicialmente yo, no al menos en primera instancia, pero finalmente he terminado con él, por la cámara principalmente, como ya comenté en el anterior post. Tampoco tenía muy claro que me lo fuera a quedar, ya que durante las primeras pruebas me sentí un poco frustrado de que Android puro no fuera tan configurable como nos habían hecho creer, y también de que la IA de Gemini actuando sobre el teléfono estaba (Y ESTÁ) muy en pañales aún.

 

INICIO

Dicho esto, nada más abrir el móvil y encenderlo, lo primero que me ofreció es pasar los datos del móvil anterior a este, empezando por la configuración y también las apps y otras cosas más. Para ello precisé instalar y abrir la aplicación de Google Home en el viejo móvil, al que se conectó el importador del Pixel 9a y abrieron una conexión a través de bluetooth para transferir todo el contenido. La transferencia duró entre 8 y 12 minutos aproximadamente, estamos hablando de cerca de 80 apps así que me parece un tiempo razonable. Durante la instalación, el teléfono se calentó aunque no hasta el punto de quemar, y me preocupó bastante, porque había escuchado cosas similares sobre el Pixel 8a, aunque como digo, ha sido la única vez y después no ha sucedido más durante esta semana.

Después, el móvil me ofreció configurar todo lo relativo a biometría. Dado que este es un factor importante para permitir el pago por NFC, dediqué varios minutos a ver todas las posibilidades que ofrecía. Porque he de decir que Google no ofrece ningún tutorial, guía, manual o similar sobre su teléfono, ni en la caja, ni online.  Y me parece un gran error, porque hay muchas cosas que sin ayuda es bastante difícil intuir (en breve veremos algunas). Configuré varios dedos para el desbloqueo con huella, que está en mitad de la pantalla. Al igual que en el caso de Xiaomi, elegí dedos con los que no fuera a pagar por error al agarrar el teléfono. Por ejemplo, dado que en los Poco el lector de huella está en el lateral derecho, evité adrede el pulgar derecho. Pues en este caso igual. También configuré el desbloqueo facial, pero lo deshabilité rápido por un problema relacionado con las notificaciones.

Tras tener todo importado, finalmente arrancó el teléfono y nada más empezar a usarlo me encontré con varias cosas que me llamaron la atención:

    • Algunas aplicaciones no se habían importado. Especialmente las que yo había instalado desde fuera de Google Play mediante un apk. Tampoco estaban los accesos a Webs que tenía en el dashboard de mi teléfono anterior. Y tampoco las segundas instancias de algunas aplicaciones que uso habitualmente. Y por supuesto, tampoco las que no tienen compatibilidad o certificación con Android 15.
    • Venía activada la protección de batería para que el teléfono nunca pasara del 80% de carga.
    • Las notificaciones no aparecían debidamente en la pantalla de bloqueo, ni el móvil me avisaba cuando llegaba un correo o un Whatsapp, ni aún estando desbloqueado.
    • La pantalla me daba la impresión de ser más pequeña de lo que era realmente (por el formato 16:9).

El dashboard

Lo primero que hice es intentar recolocar las aplicaciones en el dashboard para ver qué es lo que faltaba. Intenté poner como página principal de aplicaciones la segunda, igual que lo tenía antes, pero no pude. Al parecer, el Android puro no permite hacer eso, y son las modificaciones de Android y las aplicaciones de terceros las que lo hacen posible. Por otro lado, me encontré con una incómoda, ortopédica y nada útil barra de búsqueda a línea completa justo debajo de los 5 iconos que van en la parte inferior y que están siempre accesibles en el dashboard. Y por último, una incómoda fecha y pronóstico de tiempo en la parte superior que también venía a fuego y que tenía que estar presente sí o sí, como me confirmó Gemini tras algunos titubeos (por lo que se ve, aún no tiene muy claro si Pixel 9a existe aún, y eso que ya lleva una semana en la calle). Y se me olvidaba, en Android puro no se pueden borrar pantallas completas de accesos directos, ni reubicarlas, algo que cualquier launcher hacer, por pobre que sea.

Después de pegarme un rato con ello, hice lo mismo que tenía en Hyper OS y acabé poniendo como launcher  activo Nova, que él si recordaba perfectamente la disposición de mis iconos, que además me permitía poner 6 iconos en la línea inferior y que me permitía prescindir de la incómoda barra de búsqueda de Google debajo.

Durante este tiempo, he de decir que cada vez que cogía el Pixel 9a me recordaba muchísimo a mi antiguo iPhone 4S, un móvil con el que disfruté muchísimo y con el que me sentí muy a gusto en su día debido en gran medida a la fluidez de su iOS 7 y a su cámara de fotos, que sacaba las mejores fotos de móviles y que hasta hoy he visto superar o siquiera acercarse (tuve que cambiarlo muy a mi pesar tras instalar obligadamente iOS 8.4 y ver como Apple arruinaba por completo la experiencia de usuario al romper aplicaciones tan iconísticas como iTunes). Pero es un móvil que tuve en 2013, y me preocupa que Google haya hecho teléfonos que se quieran parecer a esa época. Que sí, que pueden haber sido la mejor época de Apple y Google parece que quiera ser la vieja Apple (no es casualidad que Android vaya por su versión 16 al igual que iOS aún habiendo empezado mucho después).

 

Las Notificaciones

A continuación, procedí a comprobar si el móvil me avisaba de la llegada de correos, si lo hacía de todos o sólo los importantes, y me llevé una desagradable sorpresa, y es que no me avisaba de ninguno, ni bloqueado ni sin bloquear. Tuve que revisar varias veces los ajustes de las notificaciones, con conceptos un poco abstractos y nada desarrollados como «Notificaciones mejoradas» o «Notificaciones sensibles», algo que Google no explica en ningún sitio, o posponer notificaciones (¿cuándo se posponen? ¿bajo qué criterio? ¿hasta cuando?). Tampoco quedaba muy claro qué estados tiene el teléfono, o por qué aparece la hora siempre encendida en la pantalla de bloqueo aunque el teléfono esté en negro.

Al final, descubrí que tenía 3 estados, bloqueado, semibloqueado y activo (igual que con Hyper OS, pero de una manera un poco más rebuscada) y que por defecto, todas las notificaciones las trata como importantes, al menos en mi caso.

Para solucionar el problema de notificaciones, reconfiguré todas las cuentas de correo de cero, ya que aunque Google me importó algunas desde el otro teléfono, me da la impresión de que no le sentó nada bien la importación y que el teléfono funciona mucho mejor de origen si instalamos nosotros mismos las aplicaciones y las cuentas de correo que vamos a usar, por lo que recomiendo evitar la importación inicial y configurar nosotros mismos el teléfono desde cero. A continuación, deshabilité el desbloqueo facial y reinicié el teléfono, y con ello se fueron todos los problemas que tenía con las notificaciones.

Para configurar los tonos y sonidos de notificaciones y llamadas (ya que la que trae por defecto es demasiado ruidosa), pude ver que Google dota al teléfono de una una gran cantidad de sonidos de cierta elegancia, pero poc oútiles para el día a día, y que no hay más que un puñado de sonidos discretos que permiten escuchar la notificación sin que llame la atención de todos los presentes, así que procedía a poner uno de ellos.

Para las llamadas sucede lo mismo, así que intenté colocar un fichero de sonido como melodía para algunos grupos de contactos (quiero que el teléfono suene, pero no quiero que moleste). No me fue posible, ya que los ficheros de melodías, aún siendo sonidos, llevan una extensión diferente, y Android no los reconoce de primeras, así que la solución pasa por extraer el fichero de sonido deseado al PC y renombrarlo desde allí. Además, hay que decir que esos sonidos no están en carpetas accesibles (aunque Gemini diga primeramente que sí) y en la carpeta music o sounds no los encontraremos.

Más cosas que el móvil no importó durante el setup: los certificados electrónicos. Fácil volverlos a instalar, eso no tuvo ninguna dificultad.

Etapa Final de la importación de datos

Cosas que el teléfono importó en el primer arranque:

    • Aplicaciones (la mayoría)
    • Cuentas de correo (las que seleccioné explicitamente)
    • Configuración de Google Play.
    • Redes Wifi con contraseñas
    • Dispositivos Bluetooth emparejados (no todos)
    • Contactos favoritos
    • La música.
    • Las fotos.
    • Otros ficheros descargados.

No importó.

    • Configuración de aplicaciones
    • Certificados electrónicos
    • Posición de los iconos en el dashboard (en realidad, ni siquiera colocó los iconos)
    • Configuración de los sitios de validación en Google Authenticator y Microsoft Authenticator.
    • Configuración de los contactos (teléfono preferido)
    • Ajustes (supongo que por incompatibilidades o falta de correspondencia entre los ajustes de Hyper OS y Android)

Después de 2 días ya conseguí tener el teléfono funcional a mi gusto, por lo que pude proceder a hacerle el siguiente nivel de pruebas, y meterme con la cámara de fotos, algo que me apetecía especialmente, y también con la cacareada IA, que ya sospechaba que no sería tan buena ni podría hacer tantas cosas (aunque sin llegar al fiasco de la IA del iPhone 16, que Fefo explica formidablemente en este vídeo del Meme de Apple, ¡Bravo Tim!).

La cámara

Para probar la cámara, saqué algunas fotos en interior, de cerca, de lejos, retratos, macros y un poco de todo. El resultado me parecía bueno, pero igual de bueno que cuando probamos cualquier teléfono nuevo. Aunque lo que más me interesaba era probar la cámara en situaciones de baja luz, donde flojean la mayoría de ellos. La cámara de mi Poco F3 no era de las peores, y aunque sin llegar a las de gama alta, respetaba bastante la imagen, y alertado por las saturaciones de otros teléfonos anteriores de Google o la de los Samsung quería comprobar el resultado del Pixel 9a.  Para ello, lo que hice es lo que debería hacerse en cualquier comparativa que se precie: fui con ambos teléfonos en la mano con la cámara activada y saqué la misma foto en las mismas condiciones. Los resultados fueron definitivos: realmente la cámara era una todoterreno que podía perfectamente a los resultados que puede arrojar una cámara profesional. Si bien es cierto que el Poco F3 traía controles de velocidad, apertura e ISO, aún jugando con estas variables el resultado ni se acercaba al del 9a.

La grabación de vídeo a 60fps es sensacional, y también a 4K (aunque ahí baja a 30fps). Se nota una suavidad y una estabilidad de la imagen que disculpan otras sombras como la ausencia de HDR en el vídeo.

 

Botón posterior oculto (la G)

Una cosa que me costó bastante dejar a mi gusto es la linterna, que no pude mapear haciendo una doble pulsación en «bajar volumen» y me vi obligado a ponerlo en el botón trasero aka «la zona con la G» en la parte posterior del teléfono. Me volví loco entendiendo como funciona este pseudobotón y no conseguía  que reconociera el doble-tap, ya que la mayoría de las veces fallaba al hacer la secuencia. Lo hice cambiando el intervalo entre los taps, la zona en la que lo hacía, en la G, alrededor de la G, en el contorno, … y todo parecía random. Incluso le pregunté a Gemini, que como no  podía ser de otra manera, me dio una respuesta genérica y falsa. También lo hice con el móvil tumbado, con el móvil inclinado en ángulo, apoyando la yema del dedo, la punta del dedo, dejando el dedo apoyado tras el tap, … nada funcionaba de forma lógica y secuencial.

Después de muchas pruebas, y aunque Gemini decía no ser así, resulta que para que el doble-tap funcione el teléfono tiene que estar previamente desbloqueado, o al menos, en estado despierto. Esto no lo dice en ninguna parte, y parece como que los usuarios estemos condenados una y otra vez a hacer el testing de usabilidad y accesibilidad de los gadgets que adquirimos.

 

Inteligencia Artificial con Gemini

Esta parte me ha resultado un poco fuzzy-logic, y ahora explicaré por qué. Para hablar con Gemini y pedirle que haga cosas, parece que la IA está diseminada de manera un tanto random por el teléfono. Por ejemplo, si quiero preguntar sobre un recorte de pantalla o sobre algún tema escribiendo, debo pulsar el botón del círculo en la pantalla y dejarlo pulsado. Pero si por el contrario quiero tener una sesión de Live Chat con Gemini, o mostrarle lo que estoy viendo y hacerle preguntas sobre ello, compartir la pantalla, entonces debo dejar el botón de encendido presionado. Y si quiero apagar el teléfono no tengo que pulsar el botón de encendido, entonces debo pulsar simultáneamente el botón de apagado y el de subir volumen. No me parece nada intuitivo ni demasiado bien pensado.

Por cierto, que esto que en inglés llaman Live Chat, en castellano se llama Conversación Fluida (3 sílabas en la versión en inglés, 6 en castellano, acuérdate luego del término si puedes). En las primeras especificaciones y en algunas videoreviews en YouTube, afirma que Live Chat no está disponible en castellano de España, sólo en castellano de Mexico, pero a la hora de probar el 9a me he encontrado con que habla perfectamente en castellano y que no tengo que estar todo el rato diciéndole «Ok Google» como en otros sitios afirmaban. La conversación es bastante natural, de hecho hay bastantes voces diferentes para escoger en castellano tanto de hombre como de mujer, aunque no parece que difieran más que en el timbre de voz, ya que todos dan salidas excesivamente empachosas y verborreicas. Aunque he intentado varias veces que recordara algunas órdenes y configuraciones propias, las olvida al cabo de una sesión generalmente. Por ejemplo, al hilo de lo anterior, le he pedido que me de respuestas cortas y sobre todo, concretas, o que se ciña exclusivamente a lo que le pregunto en vez de divagar (algo que como buena IA española suele hacer cuando no sabe mucho de un tema pero sí de otro). O que no se esté disculpando todo el rato, igual que hace ChatGPT. No lo he conseguido. Mismamente para que pronunciara bien mi apellido, me ha costado ya que al principio le daba una pronunciación inglesa, y luego, de otras lenguas. Le tuve que matizar y enseñar varias veces como se pronunciaba, a pesar de que fonéticamente se pronuncia tal como se lee. El hecho de tener que explicarle cosas tan obvias y que se enrede en conversaciones muy básicas y vuelva una y otra vez sobre el mismo error, me hace pensar que como IA está sumamente verde. Apunta en la buena dirección, como todas las IAs, pero aún está lejos de ser algo realmente útil o en lo que se pueda confiar más en serio.

 

Fruslerías

Al móvil (o quizá a Android 15, no lo tengo claro), le acompañan algunas golosinas que no acabo de entender a quién van dirigidas, ya que queda claro que no son utilidades como tales del teléfono. Me hace pensar muy seriamente que el segmento target de este teléfono no son tanto los seniors que buscan un teléfono menos grande pero muy funcional como los adolescentes cuyos padres quieren que tengan algo que funcione de verdad.

Por ejemplo trae una función de fusión de Emojis, con la falsa promesa de que es capaz de crear mezclas de 2 emojis cualesquiera (por ejemplo el de gafas con cualquiera de los otros) y generar nuevos iconos. Y digo que es falso porque una vez seleccionado el primero ya te «sugiere» todas las posibilidades que hay, por lo que realmente ya están prefabricados todos aquellos emojis que se pueden generar, no siendo el 100% de las combinaciones posibles. Además, el resultado no es un emoji del mismo tamaño que cualquier emoji usado, sino que se asemeja más a un sticker. No entiendo la razón de ser de esta feature salvo que hayan querido competir con la misma función que prometió Apple junto a su Apple Intelligence y que varios usuarios ya calificaron los Genmojis como algo inútil y como broma.

Otra cosa es lo de la edición mágica de fotos para quitar un vaso de una foto y reemplazarlo por un lagarto o por cualquier otra cosa. Pues parece más divertido de lo que es, ya que su potencial es muy reducido y hay muchas restricciones de las que Google no avisa y que se descubren fácilmente jugando un poco con la utilidad. Por ejemplo, dependiendo de la forma escogida no es posible reemplazar por otra cosa. O no es posible reemplazar a personas o animales por otros objetos, o cambiarles la cara. O hay ciertas palabras prohibidas que tampoco se pueden utilizar (relacionados con violencia, sexo, etc.). O no entiende bien cuando el término que especificamos es compuesto o demasiado especializado. Como digo, un juguete para divertirse un día con los amigos y ya. Por cierto, que no he conseguido que esta función se vea con el móvil apaisado, lo cual en mi opinión, le quita cierto potencial por lo pequeño que se ve.

 

Concluyendo

Estas son las pruebas que hasta ahora he documentado, he hecho muchas más pero todavía me falta ponerlas aquí. No obstante, poco a poco iré completando esta guía.

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