Autor: Alejandro Valdezate
Dover, en Getafe
En cuanto a las hermanas Llanos, pudimos descubrir su nuevo look y sus nuevos ritmos. No sabíamos que se habían reinventado y se habían pasado a la música electrónica, y fue allí cuando pudimos ver los éxitos de siempre tocados entre teclados y sintetizadores. «Devil came to me», «Serenade» o «Cherry Lee». A Mabel también le gustó mucho y creo que ha sido uno de los conciertos donde mejor lo ha pasado. Ese día volvíamos de Bilbao y nos fuimos con maletas y todo, sin pasar por casa, al polideportivo de Getafe.
Spiderman 3, en Kinepolis
Premonition (7 dias) en Ozone Torrevieja
La Frontera y Zinkin Prim, en Sala Heineken
Después de los Zinkin Prim llegó La Frontera. Tocaron una canción entre los dos grupos y por fin llegamos a las «Siete calaveras», «las aventuras del Capitán Achabán» y clásicos como «El Límite». Con la misma cara de fumaos que siempre, y con el ritmo en la sangre, a compás de 2×4. Grupos como estos demuestran que se puede vivir tocando los éxitos de siempre (pero haciendo conciertos, no como un tal Ramoncete que «dice» que fue grande hace tiempo, pero nadie ha podido comprobarlo aún). La Frontera aún es bien recibida en los festivales de rock y sabe como animar un buen concierto.
Y por desgracia, la cosa terminó antes de lo previsto, porque los de la Sala Heineken dijeron que al empezar más tarde se había ido el tiempo y había que cerrar. No nos gustó pero como La Frontera decidió terminar, la cosa quedó así. En ese sentido me gusta más Loquillo, que cuando le pasa eso dice «mis conciertos los termino yo» y toca hasta donde tenía pensado hacerlo.