Jarabe de Palo

En la Sala Heineken nos dimos cita esta vez para ver a la banda de Pau Donés. Por entonces estaba presentando su nuevo disco «Adelantando», que contaba con muchas colaboraciones como la de «la Mari» de Chambao. Por entonces aún tenía a la banda antigua, la cual me gustaba tanto o más que la actual de 2009.

Del concierto puedo decir que fue emotivo, ya que éramos pocos y parecia un concierto de amiguetes. El escenario de la sala Heineken es más bien reducido, y aún así Pau Donés supo aprovecharlo al máximo. La percusión y sobre todo, el órgano, es lo que más vida le dio al concierto y en definitiva, lo pasamos muy bien. Hicieron un repaso a los viejos éxitos y tocaron practicamente todo el nuevo disco.

Salimos bastante contentos de este concierto … si.

Hoy no me puedo levantar, en el Teatro Rialto/Movistar

Cuando en el 2004 se empezó a hablar de que Nacho Cano estaba preparando un musical nadie sabía lo que podía ser. Lo cierto es que era algo grande, como no podía ser de otra forma viniendo de él.

De la obra se puede contar bastante. Dura mucho tiempo, y la verdad es que no se hace largo, o no al menos para todo lo que engloba. La historia está muy bien hilada, y hace un recorrido por toda la discografía de Mecano, con adaptaciones y medleys de toda la trayectoria del grupo. El escenario está dividido en dos partes y en algunos momentos se desarrolla la acción en ambos a la vez. En este sentido he de decir que el teatro Rialto no está preparado para un musical de estas características, ya que es demasiado estrecho. Donde se ve bien la obra es abajo, y cualquier butaca de la parte superior (quitando las dos primeras filas) se ve regular. Sin embargo las entradas son bastante caras, incluso teniendo en cuenta que se trata de un musical. El teatro ha sido remodelado, pero me da la impresión de que ha sido remodelado a peor, con la intención de meter más butacas, no de mejorar la experiencia del visitante.

A ambos lados, hay dos cabinas con dos músicos (un chico y una chica). El chico toca la trompeta y algunos instrumentos más, mientras que la chica toca la batería.

Sin embargo, y aunque todo era muy espectacular, no daba mucha sensación de estar escuchando música en directo. De hecho es obvio que las dos personas que estaban con los instrumentos no podían hacer todos los sonidos, pero es que incluso la voz de los actores no venía del escenario, y no sólo eso, tampoco tenía altibajos. Vamos, que el musical, muy bonito, pero era más un espectáculo de luz y sonido que un musical. Es una pena, porque los actores trabajaban realmente bien, y creo que los altavoces no dejaban disfrutar de todo su potencial en el escenario. La parte de los diálogos era lo mejor, y cuando llegaban las canciones, lo dicho: sonaban demasiado bien para ser interpretadas allí mismo.

En cualquier caso, si tenéis oportunidad de ver este musical os lo recomiendo, sobre todo si habéis nacido en los 70 o alrededores, o si habéis disfrutado de los 80. Aunque sólo sea por los recuerdos que os evoque, valdrá la pena.

A continuación, un pequeño vídeo de la obra para que os hagáis una idea.

Gorda

«Gorda» es una obra protagonizada por Luis Merlo y Tete Delgado, que nos refleja la postura hipócrita de la sociedad frente a la necesidad de aparentar y de asumir un rol que guste a los demás, aunque este no nos convenza ni a nosotros mismos. Las distintas escenas transcurren con Luis Merlo intentando dejar de lado las apariencias metiéndose en el mundo que representa el personaje de Tete Delgado, un mundo que le llena más que el otro en el que vivía hasta entonces, lleno de tópicos y etiquetas. Y a pesar de que este nuevo mundo es mucho mejor que el otro, poco a poco se da cuenta de que él no puede seguir sin las apariencias, aunque eso suponga renunciar a su nueva novia.

La obra representa la lucha interior de Toni (Luis Merlo) por seguir con Elena (Tete Delgado). Toni es un simplón, un tipo que está todo el rato pendiente de lo que los demás opinan de él. Un tipo sin personalidad propia, como hay a patadas por el mundo. Elena no tiene prejuicios ni tabúes, ni por dentro ni por fuera. Ambos se encuentran y Toni decide probar suerte y entrar en el mundo de Elena, donde las etiquetas desaparecen y sólo quedan las ideas y la personalidad. Y es cuando se da cuenta de que él, por mucha que quiera no está hecho para eso.

La vimos en el Teatro Alcázar y la entrada sólo costó 10 euros. Una buena oportunidad para ver a estos dos actores en acción.