Siguiendo un poco en la misma línea del post anterior, resulta que con frecuencia tenemos un poco de dilema a la hora de incorporar contactos (amigos, familia, colegas, conocidos, …) a las diferentes redes sociales en las que participamos.
Cada red social tiene una función diferente y concreta y cada relación suele tener su lugar adecuado. Sin embargo, la tendencia primaria es tener a todo el mundo en todos lados. Si uno se deja seducir por esta solucíón, en muy poco tiempo se siente abrumado e incluso agobiado por varias razones: Por un lado no es capaz de seguir información de tanta gente y por otro lado, uno tampoco quiere que todo el mundo conozca todo de sus facetas. E incluso hay círculos que no te hace gracia que se combinen (por ejemplo, los círculos laborales no pintan nada con los personales, y la información que compartas con uno seguramente no le valga de nada al otro.
¿Amigos o contactos?
Obviamente aunque Facebook dice amigos, en realidad no tiene forma de saber si son amigos o qué son. Es más caluroso decir amigos, pero la realidad es que la palabra que mejor define estas relaciones son "contactos". Contactos profesionales, contactos personales, contactos de ocio. Amigos, seguramente no sean ni el 5% a la hora de la verdad.