1994
(350 expositores – 4 pabellones – 6 días)
Estuve el último día. HP presentaba sus impresoras de chorro de tinta, que por entonces rondaban los 450 Euros (de ahí en adelante). Un japonés regalaba fotocopias de billetes de 5.000 pesetas escaneados, para mostrar la tecnología de impresión de chorro a 600×600, lo cual era algo muy avanzado en aquel momento. Un Mac mostraba un videoclip de Mikel Erentxun, mostrando que ya se podía mover vídeo pantalla completa en un ordenador personal. Y en un Amiga, se podía ver esta intro:
1995
(450 expositores – 4 pabellones)
Fui con la gente de mi clase de la universidad, y otro día fui yo sólo para ver todo más tranquilamente. Por entonces ya empezaban a venderse videojuegos y software en formato CD de manera más o menos lógica. Otra de las cosas interesantes de la feria era conseguir libros técnicos, ya que en Madrid no era fácil de encontrar una librería con gran surtido (quitando Díaz de Santos, la Casa del Libro y algunas librerías especializadas, no era sencillo conseguir material más allá de las Guías de Anaya).
Este año ya empecé a comprar cosas de PC Actual y PC World, ya que suelen tener ofertas especiales los días de feria,y se puede comprar el número actual por poco dinero.
Aquella fue la primera vez que tuve ocasión de saludar al Rey, que vino como todos los años a visitar el SIMO y a «interesarse por las nuevas tecnologías y las comunicaciones». No sé por qué, pero desde que veo el SIMO anunciado en el Telediario, simpre dicen la misma frase, edición tras edición.
1996
Este año también fui con gente de clase. Este año hubo poco que resaltar, salvo que nos paró la policía al volver porque una compañera quería llevar los globitos del SIMO atados del retrovisor y nos dijeron que podíamos poner en peligro la circulación.
Ese año también fui por mi cuenta otra vez.
1997
–
1998
Grupo Rafael (agencia de publicidad responsable de campañas como la de «DYC, gente sin complejos», Frutopía o «Get Lucky», de Lucky Strike) me hizo este montaje. También me hicieron una foto con una Mavica de Sony (las que grababan las fotos en un diskette). Por entonces aún costaban casi 200.000 pesetas y la resolución era de 640×480.