Cómo abordar una reforma

En la vida de cualquier casa, ya sea al comprarla o cuando han pasado algunos años, hay que enfrentarse inevitablemente a las reformas. Este suele ser uno de los momentos más estresantes en la vida de cualquiera, ya viva solo o en pareja, y no es que lo diga yo, es que está considerado como tal. Así que vamos a hacer una especie de how-to de las reformas, así si te da por hacer una, podrás tener una referencia del camino a seguir. Y si ya has vivido una, me puedes ayudar a completar esta guía. Antes de hacer nada, tienes que pensar qué quieres reformar de tu casa, y si son reformas necesarias o puramente estéticas. Por ejemplo, cambiar las tuberías cada 10-15 años es bastante recomendable, y se puede considerar algo necesario. Pintar las paredes de una casa suele ser aconsejable si han pasado 5 años de la vez anterior (aunque dependerá del estado de conservación). La recomendación general y obligada es que una vez que has decidido que quieres hacer obra, intentes abarcar la mayor parte posible, y de no ser así, que dejes para otra vez aquello que puedas aislar del resto. Por ejemplo, si vas a cambiar tabiques, ventanas y/o elementos arquitectónicos, eso va todo al principio. Si lo dejas para más adelante, es difícil que lo hagas antes de 15 años (o lo que tardes en olvidar la reforma anterior). Un cuarto de baño o una cocina se puede hacer por independiente después igualmente. Tómate el tiempo que necesites para decidirlo y cuando lo sepas, pasamos a la primera parte.

 

 

1. Maquetas

Lo primero, es que sepas cómo quieres que quede tu casa. En este caso, vosotras generalmente venís con un programa de CAD de interiores en la cabeza instalado de serie y es ver una casa y sabéis lo que le falta y lo que le vendría bien. Pero en el caso de los hombres no es así, y la forma que tenemos de planificar estos cambios es con papel y lápiz, o con una aplicación como FloorPlan 3D o cualquier otro de diseño de interiores. La mayoría de los que son aprovechables cuestan más de 100 Euros. Si lo vas a usar para hacer únicamente una casa, obviamente no te compensa pagarlo. Si tienes las cosas pensadas más o menos, lo que yo recomiendo es que descargues la versión de prueba de 15 días. En un par de tardes te da tiempo de sobra a pintar la planta de tu casa. Para ello previamente tienes que haber medido y acotado bien las paredes, cosa que conseguirás con una cinta métrica de 5 metros sin mucho problema. Anota bien estas medidas y déjalas a mano en el móvil o en tu cartera, porque las consultarás muy a menudo. Debes anotar la longitud no sólo de las habitaciones, sino de cualquier segmento de pared o entrante, porque te hará falta. Estábamos hablando del programa de CAD para pintar. En realidad, si tienes un Photoshop también puedes pintar la planta sin demasiado esfuerzo. Crea un tapiz de 3500×3500 y empieza a pintar ahí. Una vez que tienes la planta, impríme varias copias y sobre esa puedes empezar a pintar a mano cómo quieres que quede. Obviamente este no va a ser el resultado definitivo, pero te dará una pauta buena para que tú mismo sepas lo que quieres.
 
2. Escoger la empresa de reformas
 
Esta tarea no resulta fácil, sobre todo la primera vez. Para escoger bien, algunos consejos y recomendaciones.
 
1. Escoge una empresa de reformas que se encargue de todo. Que hagan de todo (no que subcontraten, sino que lo hagan ellos) y que tengan una persona al cargo de la cuadrilla, un contratista o jefe de obra que sea el que te rinda cuentas a ti.  

2. Intenta no acudir a conocidos (=amigos). Es una reforma grande, hay muchas cosas que pueden salir mal o torcerse, y la confianza o los lazos familiares no suele ser algo bueno en estos momentos, ya que pueden desembocar en un gran descontento al final, o en una discusión por no alcanzar el resultado esperado. Además, es posible que por evitar un disgusto te calles cosas que en otras circunstancias no aceptarías. Por tanto, intenta que tu relación con dicha empresa sea únicamente profesional.

Intenta no acudir a conocidos o amigos

Sobre el punto 1, si sabes algo de reformas, tienes tiempo libre y sabes manejar a los obreros puedes intentar hacerte cargo tú mismo y contratar tú la cuadrilla. Pero es algo que desaconsejo por la dificultad que entraña y porque el resultado final casi con toda seguridad no será satisfactorio, además de los roces que surgirán entre los distintos obreros que se echarán la culpa unos a otros de los problemas que surjan. Es más caro coger un contratista (entre un 3% y un 6% más), ya que tienes que pagar su sueldo, pero si vas a gastar más de 30.000 o 40.000 Euros en una reforma, gastar 1.000 o 2.000 más no es un porcentaje importante respecto al total y agilizará muchísimo los trámites, además de conseguir un resultado mucho mejor.

 
Una buena guía para escoger una empresa es que puedas ver trabajos previos suyos. Acude a su local y que te muestren lo que han hecho. Casi siempre tienen fotos o vídeos de viviendas donde han trabajado. Si no las tienen, desconfía, porque o no se han preocupado de hacerlas (raro) o no están muy convencidos de su trabajo. 
 
En nuestro caso, lo que nos hizo decidirnos por una de las empresas es que cuando acudimos a la tienda a ver el presupuesto, pudimos ver cómo ya habían preparado una maqueta de cómo iban a quedar las habitaciones tras la reforma, elaborando planta y alzado en un programa de Mac que tenían y con los resultados ya renderizados. Obviamente eso entra por los ojos, pero también te demuestra que no son unos chapuzas juntaladrillos y que saben hacia donde van. Obviamente siempre gusta subirse en un barco que se sabe qué destino lleva. 
 
Como norma, pide entre 10 o 15 presupuestos. Parecen muchos, sí, pero si los primeros no te convencen, que no te dé miedo seguir pidiendo, hasta que encuentres algo que digas "estos son los que quiero que trabajen para mí". Además, aprovecha y mientras que vengan más contratistas a casa, es posible que te den ideas que no has tenido en cuenta. Nosotros, después de haber decidido con quien íbamos a hacer esta última reforma, decidimos hacerlo con otros que llegaron al final a dar presupuesto casi por casualidad.
 
 
3. El contrato
 
El contrato que te hagan deberá comprender lo siguiente:
 
– Fecha de inicio
– Fecha de fin
– Precio
 
Las 3 cosas pueden desviarse (especialmente el precio, si sigues pidiendo cosas a lo largo de la obra, lo cual es lo habitual), pero siempre tendrás en mente en qué punto estás y cuándo se termina la pesadilla.
 
 
4. Antes de empezar la obra.
 
Aunque hasta ahora no hemos hablado de esto, es muy importante que tengas un sitio en el que vivir mientras dure la obra. Vivir en la misma casa es del todo impracticable. Alquilar un piso en el mismo edificio no te lo recomiendo, porque va a haber ruido, mucho ruido 🙂 y ya que alquilas, intenta que sea un lugar tranquilo (vas a necesitar muuucha paz) y que no esté muy lejos, como mucho a 5 minutos, para poder ir siguiendo el progreso de la reforma día a día.
 
Por otro lado está el tema de los permisos. En Madrid la normativa cambia cada poco tiempo, y cada vez es más bizarra. Ahora mismo la cosa está en que no es necesario que pidas licencia de obra si no vas a cambiar elementos exteriores, tales como ventanas o fachada, o elementos que puedan alterar el edificio. Es decir, que dentro de tu casa puedes cambiar baño, cocina, tirar muros que separan habitaciones, y lo que te dé la gana, mientras no toques la ventanas. ¿Y qué  pasa si quieres cambiar ventanas? Generalmente, nada, si no tienes un vecino tocacojones que te denuncie. Lo normal es que nadie te diga nada. En mi caso, he de decir que somos una comunidad bastante maja y que todos los vecinos se han portado de forma inmejorable. No obstante, yo siempre acudo a pedir licencia por si acaso. Si en tu caso te ves obligado a pedir la licencia, tienes que ir a la Junta de Distrito de tu barrio y llevarles fotos en color de las ventanas viejas desde la calle, sacadas con zoom (no vale de lejos) y fotos de las ventanas nuevas (sin poner), con características, color, dimensiones, y un plano acotado de la casa. No hace falta que lo haga un arquitecto, lo puedes hacer tú mismo. Luego tienes que pagar 150 euros para iniciar el trámite y otros 200 por hacer que un funcionario diga que está todo bien (básicamente si vas a cambiar una ventanas viejas por otras nuevas del mismo color, como era nuestro caso, siempre va a estar todo bien). El trámite en realidad parece un disuasorio para que no lo pidas, ya que las cantidades no son nada razonables, y generalmente el ayuntamiento no despliega inspectores para ir mirando donde hay obra. De hecho, algo muy evidente que delata donde hay una obra es el contenedor que se pone en la puerta. Por tanto, si no hay contenedor, no hay obra. Ahí lo dejo.
 
También es bueno que avises a los vecinos más próximos de manera personal, les digas lo que va a durar la obra, y que mantengas un trato cordial con ellos. Quieras que no les estás haciendo una putada (sí, la misma que ellos te hicieron a ti cuando hicieron sus obras) pero se trata de convivir y de llevarse bien, y cuesta muy poco conseguirlo. Generalmente si lo haces así nadie te va a poner pegas de ningún tipo. Por tu parte, intenta que los golpes empiecen a partir de las 9.30 o las 10, que es una hora razonable para ello, y dejar tranquila a la comunidad los fines de semana.
 

Al llegar a este punto tendrás que haberte mudado a otra casa. Cuanto más vacía dejes la casa a reformar, mejor para todos. Es bastante difícil afrontar una reforma si hay que andar moviendo muebles todo el rato y con cuidado de que no se rompan. Lo normal es que te cubran de plásticos todo lo que quede, pero también es frecuente que no lo hagan, o te digan que sí y luego te encuentres que no. Cosas que debes cubrir completamente:

 

– Lámparas (si puedes desmontarlas antes, mejor)
– Puertas (tanto del interior como la de la entrada).
– Muebles. Debes cubrir totalmente cualquier mueble, aunque sea de una sala en la que no vaya a hacerse obra. Entrará el polvo igual.
– Armarios. Si tienen lunas, intenta ponerle además papel de burbujas. Un golpe mínimo no se lo quitará nadie.
– Interruptores y llaves de la luz, enchufes, …
– Ventanas (igual que los armarios)
– Si tienes parquet, deberás cubrirlo con papel de estraza o parecido al cartón. Nunca con plástico, o te cargarás el barniz.

 
 4. ¿Encargárselo todo a la misma empresa o a diferentes?
 
 
La respuesta general como ya hemos comentado, es intentar que sea todo a la misma y dividir cuanto menos mejor. En nuestro caso, teníamos claro lo que queríamos poner y encargamos ventanas a empresas distintas del grueso (albañilería/fontanería). Teníamos una razón importante y es que queríamos las ventanas de un tipo muy concreto y que no podía proporcionarnos la empresa de reformas. 
 
 
 
 
 

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