Amaral, el Teatro Price



De nuevo fuimos invitados a un concierto (como siempre, gracias a Carlos). En esta ocasión nada menos que Amaral. Llevábamos tiempo queriendo ver a Eva y a Juan Aguirre en un concierto compoleto, en el que sólo estuvieran ellos dos. El día empezó regular, pues llovía a cántaros y no parecía que la cosa fuera a calmarse. Por suerte, el recinto estaba cubierto, así que por ese lado todo bien.


Llegamos al recinto 15 minutos antes. Aparcamos en el propio parking del teatro y así no perdimos tiempo. Llegamos a la pista donde ya había bastante gente y cogimos un buen sitio cerca del escenario. Con algo de retraso comenzó el concierto. Y aquí pudimos ver algo que nos gustó bastante y sobre lo que ya he reflexionado alguna vez, y es que el artista o grupo suele definir el tipo de seguidores que tiene. En este caso, la gente se comportó bastante, bien, nadie subía a hombros a nadie, ni nadie te plantaba la cámara de fotos o el móvil delante de la cara para grabar el concierto a super calidad 100×200 con supercompresión 500:1. Los que estábamos allí estábamos para ver a Amaral en directo y para disfrutar del concierto y eso hicimos.

Y por fin empezó el viaje por «La barrera del sonido». Amaral fue tocando uno tras otro todos sus grandes éxitos, tales como «Perdóname», «Marta, Sebas, Guille», «Kamikaze», «El universo sobre mí» o «Sin ti no soy nada». Uno de los mejores momentos fue cuando tocaron «Biarritz», una de las mejores canciones que ha escrito Juan Aguirre. Ana estuvo en todo momento cercana al público, muy dentro de la situación. Juan, como suele ser común, estaba en su mundo particular, con su guitarra, a su rollo.

A lo largo del concierto pudimos ver a Ana tocando distintos instrumentos, desde la guitarra, hasta el theremín, y por supuesto, su pandereta mientras bailaba. Y la verdad es que sabe bailar mientras no deja de cantar, cosa que no muchos artistas consiguen.

Os dejo algunas fotos (no son mías):


El tema anímico de los canarios y sus consecuencias

En ocasiones hemos comentado por aquí el tema anímico y emotivo de las aves, que resulta bastante distinto a los mamíferos (el que para nosotros resulta más lógico). Con frecuencia hemos visto como un ave asistía impasible a la pérdida de una cría o a una experiencia que para un perro o una persona resultaría traumática. Sin embargo, por como están diseñadas las aves y por ser anteriores a los mamíferos, seguramente por tema de garantizar la supervivencia las pérdidas son asumidas con total pasividad, pues es preferible preservar la vida del adulto que es posible que en un futuro saque adelante más ejemplares, a preservar la vida de una cría cuyo destino es bastante incierto.

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Ser o no ser

Cuando llegamos al teatro Alcázar, lo primero que nos encontramos es al señor que aparece en la foto en la parte superior, es decir, al que va de Hítler. Allí estaba, mirando al frente ajeno a todo lo que ocurría. Una vez en nuestras butacas, apareció desfilando por el pasillo central. Y es así como comienza esta comedia con un reparto tan selecto.

La primera media hora hay que decir que se hace larga. Los chistes son demasiado sencillos, como para agradar a todo el mundo, que pecan de simplones. Otras partes del diálogo no se les ve el sentido (luego lo tendrán) pues son las piezas para construir la línea argumental que vendrá después.

En el reparto, hay varias figuras de la televisión y el teatro que a nadie son ajenas. Empezando por José Luis Gil (Aquí no hay quien viva) y Amparo Larrañaga (Periodistas), además de Diego Martín (Policías, Aquí no hay quien viva). Hay que reconocer que la mayoría de los chistes los protagoniza y sufre José Luis Gil, que sufre muy dignamente su papel de mamarracho, papel que parece que le cuelgan en todo lo que hace últimamente. En cuanto a Amparo Larrañaga y Diego Martín, protagonizan una línea argumental propia, que a veces es demasiado repetitiva, y aunque arranca sonrisas, llega a hacerse pesada en algunos momentos. El papel de Amparo no me gustó mucho. No convencía. No llegué a estar seguro de que el papel fuera así o de si ella ponía demasiado interés por agradar al público. Del resto del reparto no puedo decir sino cosas buenas, aunque por desgracia no los conozco de obras anteriores por lo que no puedo decir si su trayectoria es buena o si su actuación es mejor o peor de lo que suelen hacer.

Para quienes no la hayan visto, la obra tiene mucho que ver con la película «La niña de tus ojos». Trata de una compañía teatral en tiempo del nazismo y de como debe sobrevivir para evitar que los maten. Es decir, que es una comedia, y a la vez un drama de trasfondo.

La Oreja de Van Gogh, en Móstoles

Al final, no pudimos ver a La Oreja con Amaia Montero de vocalista. Lo que no sabíamos hasta este día es que el cambio no había sido para mal.

Fuimos a Móstoles con tiempo y en esta ocasión el concierto estaba muy bien organizado. La policía desvió el tráfico y recolocó los coches para que todos pudiéramos aparcar rápido y entrar a la plaza de toros en un santiamén. Nos colocamos más o menos cerca del escenario, como a unas 7 filas, y nuestra posición hubiera sido excelente de no ser por la compañía: un conjunto de lokazas, de esos que no pueden estar callados ni un momento, que el silencio les incomoda, y que tienen que llenar cualquier vacío con una risa histérica y escandalosa sin venir a cuento de nada. Y por alguna extraña razón se pensaron que eran mejores que La Oreja de Van Gogh y en concreto una, que berreaba con un cerdo degollado tapando la voz de Leire en multitud de ocasiones. Ni las miradas ni los gestos de desagrado de toda la gente que había alrededor hicieron la más mínima mella. Y es que no hay mayor sordo que el que no quiere oír. Más de una vez me compadecí de sus padre, de lo que tendrían que aguantar cada día con semejante esperpento dando la nota a su alrededor.

Y dicho esto, vamos a lo que fue el concierto, que no estuvo nada pero que nada mal. Era el inicio de Leir Martínez como vocalista de LOVG, y una cosa que no escapa a nadie cuando oye el disco de «A las cinco en el Astoria» es el enorme parecido de la voz de Leire con la voz que tenía Amaia en los primeros discos (cuando aún no hacía suspiritos, hipidos y ruiditos entre frase y frase). Y en directo pudimos comprobar que no se trataba de arreglos para forzar que la voz de Leire encajara en las antiguas canciones, sino que era su voz. El mayor logro de LODVG fue conseguir una voz muy parecida a la de su cantante anterior, pero sin todos los vicios que había ido cogiendo después. La voz de Leire nos encantó a todos, así como los otros 4 integrantes del grupo, a los que se nota muy unidos cuando actúan. Tocaron la mayor parte de las canciones del último disco, y nos regalaron algunas más de las clásicas.

¡Ah! y los de donuts nos regalaron unos 8 paquetes de donetes a la salida. Mmmmm …





Por fin aprueban el Real Decreto de la TDT de pago

Pues la cosa llevaba haciéndose esperar unos cuantos meses. Meses en los que no ha quedado muy claro en que se ha invertido el tiempo, pero sí en lo que no se ha invertido. Y a 8 meses del apagón analógico definitivo, resulta que por fin surge el esperado Real Decreto. Teniendo en cuenta que en España somos unos artistas en eso de hacer las cosas a última hora, no me preocuparía, pero sin embargo, si me preocupa que este tipo de cosas ocurran en verano, y más concretamente, en agosto. Otros veranos ya hemos podido ver cosas tan interesantes como varios intentos de colar las patentes, o intentos de reformas de la Ley de Propiedad Intelectual. Que tendrá el verano para que algunas leyes impopulares surjan en esta época.

 

Pero las implicaciones del retraso de esta ley, son mayores de lo que uno podría pensar. Y no tanto por lo que está por llegar, sino por lo que ha sido. Me explico: en algunos lugares de España el apagón analógico ya se produjo: eso se traduce en que los habitantes de esas zonas se han visto obligados a comprar un receptor de TDT si querían seguir disfrutando de la TV. Evidentemente. Pero … ¿qué ocurre con esos receptores ahora que hay una nueva ley y que por fin se sabe como va a ser la señal de la TDT? Aaaaayyy amigo, ahí está el quid de la cuestión. Esos receptores no sirven para captar la nueva señal, hay que comprar otro. Y esto es algo que ya se veía venir, y que el gobierno ha ocultado (o al menos, se ha callado en los momentos en que debía aclararlo). Y esa es una inversión que debe costear el ciudadano de a pie. Que sí, que si es el quien va a ver su tv, debe ser él quien haga el gasto, pero lo que no es de recibo es que tenga que estar comprando un receptor nuevo cada vez que la señal cambie. ¿Cuantas personas conocéis que durante los 4-5 últimos años sólo hayan tenido un receptor? Yo no conozco a nadie, pues son aparatos de muy baja calidad, con muy malas soldaduras y nula ventilación. En las ciudades aguantan un poco más, pero en los focos costeros o donde hace bastante calor, petan que da gusto. El primer pete, lo cubre la garantía, pero los siguientes ya exceden de los dos años de vida del aparato, con lo que el propietario debe apoquinar y subvencionar la compra del siguiente aparato. Y como suele ocurre en estas cosas, a mar revuelto, ganancia de pescadores. Los fabricantes de TDTs están de surte: nunca soñaron con vender hasta 4 veces el mismo aparato a la misma familia. 40 Euros que vale el susodicho multiplicado por 4, nos sale que como minimo, cada familia ha gastado 160 euros (por residencia en poder disfrutar de la TV). Alguna familia solo habrá usado un par de receptores, pero en nuestro caso, ya llevamos 5 mis padres, y 2 en nuestro caso, lo que salen 7 en dos familias (7×40=280 Euros). Y lo más cachondo es que es por seguir recibiendo el mismo servicio que se recibía hasta ahora.

 

Hace 15 años podíamos ver la tv sin ningún aparato salvo la antena, y hoy por hoy, seguimos teniendo el mismo servicio, pero pagando un recargo de 40 Euros/casa/año para poder la tele. Y dicho sea de paso, la tv digital, que se nos había vendido como la Purga Benito, tiene bastante que envidiar a la TV analógica. Entre las pocas ventajas de la TV digital es que emite en dual, algo que ya hacía La 1 o Telemadrid, entre otras cadenas. Pero lo peor, es que la señal viene demasiado comprimida, y en algunas cadenas se ven puntos como puños, digna de cualquier película screener grabada en un cine a pulso. Así que hemos ganado un poco y hemos perdido mucho. Pues vaya negocio. Y mientras tanto nos están vendiendo las television HD Ready y Full HD con tropecientas líneas de definición. Que digo que para qué servirán, salvo para ver esos puntos aún más gordos. Es decir, que esas televisiones son útiles sólo si vemos el DVD, pero con el TDT no sólo no mejorará el visionado, sino que sus defectos se verán aún más exagerados. Y ya que hablamos de esas televisiones, es muy común que en los últimos años vinieran equipadas con TDT incoporado. Je. Je je. ¿Y ahora que hacemos? Pues nada, te aguantas y te compras un aparatito externo como los demás. ¿Que has pagado 300 Euros más en tu TV para tener el TDT integrado? Ahhh mala suerte. Nuestro modelo de TV cuando lo compramos costaba 1.300 Euros sin TDT y 1.600 con TDT. Mismo aparato con las mismas prestaciones, sólo con esa única diferencia (hablo de hace 3 años). Por suerte tuve la certeza de que algo como lo que ha ocurrido tenía que suceder, y no cedí ante la presión de los comercios, que insistían en venderme el modelo con TDT incorporada sin dejarme opción a coger el modelo que no lo tenia, con la excusa de que era por mi bien.

Y por último, tengo que mencioar que el Ministerio de Industria ha estado financiando los TDTs que se han vendido hasta hace dos meses. Tiene gracia que la fecha límite para acogerse a esa subvención estuviera bastante lejos con la fecha en la que finalmente se ha aprobado la TDT de pago. Ergo, de que sirve patrocinar la compra de un aparato que está condenado a morir en dos meses. También, muy typical spanish.

Esperemos que no haya muchas enmiendas y que al menos técnicamente sí tengan claro como acometer el tema.