De nuevo he conseguido arrastrar a Mabel hasta otro concierto. Ultimamente sólo hemos ido a 2 o 3 (como siempre, a ver a Mägo de Oz, y también a Loquillo … y por vez enésima, a Riki López), pero hacía tiempo que no íbamos a un concierto «a lo grande» (precisamente desde hace casi año y medio, que fuimos a ver a Heroes Del Silencio a Sevilla y nos volvimos con la sensación de haber escuchado un cd mal grabado). El año pasado me quedé con las ganas de ver a La Oreja de Van Gogh, y con todo el follón del BBVA, la idioticia continua, y las locuras del 2008, ni fuimos a ver LOVG ni nada. Tenía en mi lista de «must-see» a una serie de grupos y solistas, y mira tú por donde, muchos de ellos estaban en la Noche de los Números 1. Así que no lo dudé. Compré dos entradas y esperé impaciente el gran día.
Aunque salimos de casa a las 19.30 con tiempo de sobra para llegar a Goya, Madrid como siempre, a reventar de coches, toros, manifestaciones absurdas y las bobadas típicas de la capital. El caso es que metimos el coche en el parking del Palacio de los Deportes y subimos corriendo, pues ya eran las 8. La verdad es que todas las puertas tenían unas colas gigantes para acceder al recinto. Por suerte, pudimos entrar bastante rápido, cogimos 2 asientos en el lateral izquierdo y a disfrutar.
Cuando llegamos ya estaba sonando Taxi, con los primeros acordes de su actuación, que terminaron con «Niña del sur» (su gran éxito de cuando eran Melon Diesel). Luego llegaron The Fray con un fabuloso piano de cola que sonaba contundente en todo el palacio de los deportes. Aunque no es un grupo al que le hubiéramos prestado mucha atención antes de hoy. El resto de la gente tampoco le prestaba mucha atención a la primera canción. A Taxi le siguió una interpretación magistral del «Billie Jean» de Michael Jackson de la mano de los canadienses «Lost Fingers» a ritmo de jazz. El público, que había estado un poco distraido durante la actuación de The Fray, empezó a prestar atención a aquel trío que tocaba la mítica canción con un ritmo tan peculiar a golpe de contrabajo.
Después llegó Amaia Montero, con una pinta que parecía que la hubieran atacado unos perros dóberman a la entrada del recinto. Una cosa es ir a la moda, y otra ir haciendo el ridículo. Tras su actuación en directo, en donde practicamente no se la entendía nada de lo que cantaba, y su voz era una sucesión de vocales y falsetes, nos quedó muy claro algo que ya intuíamos: LOVG ha salido ganando con su salida del grupo. La voz de Leire le da mil vueltas a la de Amaia. Y no sé a qué se debe, pues la voz de Amaia tenía un algo especial en los primeros discos de La Oreja, de Van Gogh, que iba acorde al grupo. Sonaba más sincera, más natural. Ahora es un cúmulo de suspiros, hipidos, sorbitos de aire y grititos a destiempo y sin personalidad propia. De hecho, cantó varias canciones de su álbum en solitario y dejó el escenario sin pena ni gloria. Al público ni por error se le ocurrió pedir un bis. Empezó con «4 segundos» y le siguió el single principal de su álbum. Tras su «Quiero ser», cantó una canción con Tizziano Ferro, que cantaron «El regalo más grande». No perdurará esta actuación en el tiempo como lo más grande que ha ocurrido en la carrera de ambos.
A Amaia Montero le siguió de nuevo un interludio con Lost Fingers, que esta vez nos deleitaron con una versión del «Part Time Lover» de Stevie Wonder que de nuevo entusiasmó al público. Tras ello, llegó Revolver con una presentación antológica por parte de Carlos Moreno (más conocido como «El Pulpo»).
En plan de colega presentó a Revolver (que en realidad no eran más que Carlos Goñi con Cuco Pérez al acordeón). Carlos hizo un par de gracias bastante buenas a costa del Pulpo («no digo ni que cante bien o mal, digo que canta distinto» y «en cualquier caso no vamos a dejar que cante con nosotros, porque queremos que la canción suene bien»). Además de tocar «y pasa el tiempo», nos deleitaron con una estupenda interpretación de «Odio» (una de las canciones de Revolver que más le gusta a Mabel) , seguida por su canción estandarte: «El roce de tu piel» (la canción con la que empecé a seguir a Revólver allá por el 93). En este momento el concierto empezó a llegar a su punto álgido. De hecho, el público estaba realmente encantado con Goñi y tras terminar «el roce de tu piel», se le empezó a pedir «otra, otra» (sin resultado, por cierto). Esto no había ocurrido con ningún cantante anterior hasta este momento de la noche.
Después de Goñi tuvimos a la gran sorpresa de la noche. Ya llevaban un rato haciéndose de rogar los presentadores, sin soltar nada de quien sería. Aunque yo tampoco sabía quien sería, adiviné que podía ser Amaral … y acerté. Al principio arrancó cantando ella sola con una guitarra acústica tocando «El universo sobre mí» para luego unírsele toda la banda, incluido por supuesto Juan, con su guitarra y su gorro.
Además de la anterior, tocaron «Revolución», «Perdóname», «Kamikaze». A estas alturas de la noche, nadie permanecía sentado, el público coreaba entusiasmado y las gradas amenazaban con venirse abajo. Este fue uno de los mejores momentos de la noche. La voz potente y clara de Eva resonaba en todo el recinto. De hecho creo que hubiera sido capaz de cantar sin micrófono y se la hubiera seguido escuchando.
A Amaral le siguieron los nuevos Jarabedepalo (sí, ya sé que antes era «Jarabe de Palo«, pero la banda de Pau ha cambiado de composición y de nombre en los últimos meses) que tocaron algunas de sus canciones más veteranas con los nuevos ritmos de su nuevo álbum Orquesta Reciclando, entre ellas «El lado oscuro», «Bonito», «Déjame vivir», «Grita», «Agua» o «La flaca». Aunque nos impresionó la guisa que traía Pau, completamente idéntico a la carátula de su nuevo álbum (traje, pajarita y zapatos marrones, con el pelo engominado) y en general del resto de la banda, que parecían perfectamente sacados de un café de Brooklyn, lo mejor fue sin duda la actuación del cubano Jimmy Jenks, uno de los últimos fichajes de la banda. Armado con su saxo, y con un ritmo diabólico, eclipsó a Pau Donés, que también estuvo sublime, dando espectáculo y haciendo las delicias del público.
Tras Jarabe de Palo, pudimos escuchar por última vez a Lost Fingers, que terminaron su actuación con una versión del movido «Pump up the jam» de Technotronic. En este punto llegó Manolo García, tras dos horas y media de música ininterrumpida. Aunque hasta ese momento había sido ameno, el cansancio se iba haciendo patente. El ex-vocalista de «El Ultimo de la Fila» arrancó con mucho ánimo aunque su voz no se oía apenas al principio. Sin embargo, la cosa volvió a animarse una vez más, cuando empezó a cantar sus éxitos de siempre, como «Pajaros de barro«, o «A San Fernando«. Por si fuera poco, Manolo no paró un segundo quieto en el escenario. Regaló su sudadera al público, su camisa, y de hecho, desde abajo le echaron bufandas y varias prendas de vestir. En cierto momento se lanzó al público que le recogió (teníamos dudas sobre si le dejarían caer … sé que somos mala gente, pero ¿vosotros no os lo habríais planteado?). Luego subió de nuevo al escenario, bajó por el otro lado, se mezcló entre el público, luego se dirigió a la grada 1 y siguió cantando desde allí «Insurrección«. Por última vez en la noche, la gente de nuevo estaba encantada con el espectáculo que estaba recibiendo … y con Manolo García, terminó la noche de los números 1 de Cadena 100.
Como balance final, decir que lo pasamos muy bien, y que esperamos poder volver el año que viene. Pudimos ver un poquito de cada uno de los grupos, no se hizo pesado y eso que duró más de 3 horas. Y es que pocas veces dan de si tanto 15 Euros como esta vez.
Tracklist:
Aunque salimos de casa a las 19.30 con tiempo de sobra para llegar a Goya, Madrid como siempre, a reventar de coches, toros, manifestaciones absurdas y las bobadas típicas de la capital. El caso es que metimos el coche en el parking del Palacio de los Deportes y subimos corriendo, pues ya eran las 8. La verdad es que todas las puertas tenían unas colas gigantes para acceder al recinto. Por suerte, pudimos entrar bastante rápido, cogimos 2 asientos en el lateral izquierdo y a disfrutar.
Cuando llegamos ya estaba sonando Taxi, con los primeros acordes de su actuación, que terminaron con «Niña del sur» (su gran éxito de cuando eran Melon Diesel). Luego llegaron The Fray con un fabuloso piano de cola que sonaba contundente en todo el palacio de los deportes. Aunque no es un grupo al que le hubiéramos prestado mucha atención antes de hoy. El resto de la gente tampoco le prestaba mucha atención a la primera canción. A Taxi le siguió una interpretación magistral del «Billie Jean» de Michael Jackson de la mano de los canadienses «Lost Fingers» a ritmo de jazz. El público, que había estado un poco distraido durante la actuación de The Fray, empezó a prestar atención a aquel trío que tocaba la mítica canción con un ritmo tan peculiar a golpe de contrabajo.
Después llegó Amaia Montero, con una pinta que parecía que la hubieran atacado unos perros dóberman a la entrada del recinto. Una cosa es ir a la moda, y otra ir haciendo el ridículo. Tras su actuación en directo, en donde practicamente no se la entendía nada de lo que cantaba, y su voz era una sucesión de vocales y falsetes, nos quedó muy claro algo que ya intuíamos: LOVG ha salido ganando con su salida del grupo. La voz de Leire le da mil vueltas a la de Amaia. Y no sé a qué se debe, pues la voz de Amaia tenía un algo especial en los primeros discos de La Oreja, de Van Gogh, que iba acorde al grupo. Sonaba más sincera, más natural. Ahora es un cúmulo de suspiros, hipidos, sorbitos de aire y grititos a destiempo y sin personalidad propia. De hecho, cantó varias canciones de su álbum en solitario y dejó el escenario sin pena ni gloria. Al público ni por error se le ocurrió pedir un bis. Empezó con «4 segundos» y le siguió el single principal de su álbum. Tras su «Quiero ser», cantó una canción con Tizziano Ferro, que cantaron «El regalo más grande». No perdurará esta actuación en el tiempo como lo más grande que ha ocurrido en la carrera de ambos.
A Amaia Montero le siguió de nuevo un interludio con Lost Fingers, que esta vez nos deleitaron con una versión del «Part Time Lover» de Stevie Wonder que de nuevo entusiasmó al público. Tras ello, llegó Revolver con una presentación antológica por parte de Carlos Moreno (más conocido como «El Pulpo»).
En plan de colega presentó a Revolver (que en realidad no eran más que Carlos Goñi con Cuco Pérez al acordeón). Carlos hizo un par de gracias bastante buenas a costa del Pulpo («no digo ni que cante bien o mal, digo que canta distinto» y «en cualquier caso no vamos a dejar que cante con nosotros, porque queremos que la canción suene bien»). Además de tocar «y pasa el tiempo», nos deleitaron con una estupenda interpretación de «Odio» (una de las canciones de Revolver que más le gusta a Mabel) , seguida por su canción estandarte: «El roce de tu piel» (la canción con la que empecé a seguir a Revólver allá por el 93). En este momento el concierto empezó a llegar a su punto álgido. De hecho, el público estaba realmente encantado con Goñi y tras terminar «el roce de tu piel», se le empezó a pedir «otra, otra» (sin resultado, por cierto). Esto no había ocurrido con ningún cantante anterior hasta este momento de la noche.
Después de Goñi tuvimos a la gran sorpresa de la noche. Ya llevaban un rato haciéndose de rogar los presentadores, sin soltar nada de quien sería. Aunque yo tampoco sabía quien sería, adiviné que podía ser Amaral … y acerté. Al principio arrancó cantando ella sola con una guitarra acústica tocando «El universo sobre mí» para luego unírsele toda la banda, incluido por supuesto Juan, con su guitarra y su gorro.
Además de la anterior, tocaron «Revolución», «Perdóname», «Kamikaze». A estas alturas de la noche, nadie permanecía sentado, el público coreaba entusiasmado y las gradas amenazaban con venirse abajo. Este fue uno de los mejores momentos de la noche. La voz potente y clara de Eva resonaba en todo el recinto. De hecho creo que hubiera sido capaz de cantar sin micrófono y se la hubiera seguido escuchando.
A Amaral le siguieron los nuevos Jarabedepalo (sí, ya sé que antes era «Jarabe de Palo«, pero la banda de Pau ha cambiado de composición y de nombre en los últimos meses) que tocaron algunas de sus canciones más veteranas con los nuevos ritmos de su nuevo álbum Orquesta Reciclando, entre ellas «El lado oscuro», «Bonito», «Déjame vivir», «Grita», «Agua» o «La flaca». Aunque nos impresionó la guisa que traía Pau, completamente idéntico a la carátula de su nuevo álbum (traje, pajarita y zapatos marrones, con el pelo engominado) y en general del resto de la banda, que parecían perfectamente sacados de un café de Brooklyn, lo mejor fue sin duda la actuación del cubano Jimmy Jenks, uno de los últimos fichajes de la banda. Armado con su saxo, y con un ritmo diabólico, eclipsó a Pau Donés, que también estuvo sublime, dando espectáculo y haciendo las delicias del público.
Tras Jarabe de Palo, pudimos escuchar por última vez a Lost Fingers, que terminaron su actuación con una versión del movido «Pump up the jam» de Technotronic. En este punto llegó Manolo García, tras dos horas y media de música ininterrumpida. Aunque hasta ese momento había sido ameno, el cansancio se iba haciendo patente. El ex-vocalista de «El Ultimo de la Fila» arrancó con mucho ánimo aunque su voz no se oía apenas al principio. Sin embargo, la cosa volvió a animarse una vez más, cuando empezó a cantar sus éxitos de siempre, como «Pajaros de barro«, o «A San Fernando«. Por si fuera poco, Manolo no paró un segundo quieto en el escenario. Regaló su sudadera al público, su camisa, y de hecho, desde abajo le echaron bufandas y varias prendas de vestir. En cierto momento se lanzó al público que le recogió (teníamos dudas sobre si le dejarían caer … sé que somos mala gente, pero ¿vosotros no os lo habríais planteado?). Luego subió de nuevo al escenario, bajó por el otro lado, se mezcló entre el público, luego se dirigió a la grada 1 y siguió cantando desde allí «Insurrección«. Por última vez en la noche, la gente de nuevo estaba encantada con el espectáculo que estaba recibiendo … y con Manolo García, terminó la noche de los números 1 de Cadena 100.
Como balance final, decir que lo pasamos muy bien, y que esperamos poder volver el año que viene. Pudimos ver un poquito de cada uno de los grupos, no se hizo pesado y eso que duró más de 3 horas. Y es que pocas veces dan de si tanto 15 Euros como esta vez.
Tracklist:
- Taxi – Quiero un camino
- Taxi – Niña del sur
- The Fray – You found me
- The Fray – Never say never
- The Fray – How to save a life
- Lost Fingers – Billie Jean
- Amaia Montero – Quiero ser
- Amaia Montero y Tizziano Ferro – El regalo más grande
- Revolver – Y pasa el tiempo
- Revolver – Odio
- Revolver – El roce de tu piel
- Lost Fingers – Part time lover
- Amaral (en solitario) – Esta noche
- Amaral – Kamikaze
- Amaral – Tarde de domingo rara
- Amaral – El universo sobre mi
- Amaral – Perdóname
- Amaral – Revolución
- Jarabedepalo – El lado oscuro
- Jarabedepalo – Depende
- Jarabedepalo – Agua
- Jarabedepalo – Déjame vivir
- Jarabedepalo – La flaca
- Jarabedepalo – Bonito
- Jarabedepalo – Grita
- Lost Fingers – Pump up the jam
- Manolo García – Una tarde de Sol
- Manolo García – Pájaros de barro
- Manolo García – Sabrás que andar es un sencillo vaivén
- Manolo García – Insurrección
- Manolo García – No estés triste
- Manolo García – Somos levedad
- Manolo García – A San Fernando