La única compensación que se puede esperar es que aquellos que aplaudieron a la tal Noelia y que la conservaron en su puesto en lugar de ponerla a contar árboles o en un lugar donde no peligrara la vida de nadie, la hagan compañía durante los 30 años que fácilmente la caigan (siempre que no se libre por enajenación mental o cualquier otro burladero legal). De esta forma, quizá su familia comprenda de una vez la enfermedad de su hija, que parece que a estas alturas todavía no es consciente del grado de responsabilidad que ellos mismos tienen sobre estos sucesos. Esta familia, chapada a la antigua, todavía piensa que un hijo esquizofrénico es para esconderlo, que nadie se entere de lo que tiene, no sea que la familia quede marcada y deshonrada. Si esta familia se hubiera preocupado sólo un poquito por su hija, hubiera sabido que dependía del tratamiento para llevar una vida normal, y que hubiera sido mucho más positivo para ella el poder llevar una vida casi normal. En su lugar, la han condenado a una vida a medias entre la cárcel y el hospital psiquiátrico. Aparte de que ya no volverá a ser Noelia de Mingo, sino «la que se cargó a 3 personas en La Concepción». Si eso es lo querían para ella, ya lo tienen. Ha quedado claro lo mucho que la quieren y lo orgullosos que se sienten de ella.
Enlaces:
http://query.nytimes.com/gst/fullpage.html?sec=health&res=9C01E4D71638F937A35757C0A9659C8B63
http://www.elmundo.es/elmundo/2006/05/07/madrid/1146990185.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2006/05/09/madrid/1147159683.html
http://www.telemadrid.es/actualidad/noticia.pag?codigo=150555
http://www.lavozdegalicia.es/buscavoz/sugerencias.jsp?TEXTO=1743424
http://www.elmundo.es/elmundo/2006/graficos/may/s2/hospital.html