Estafa de Airis y Jazztel a sus clientes, y al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio

Hacía bastante tiempo que no me metían en zarandajas de este estilo. A pesar de que en tiempos de Terra este tipo eran bastante típicas y frecuentes, y a pesar de que el departamento de Jazztel parece gobernado por Manolo y Benito, hace ya como 3 años que no me preparan ninguna película de indios (durante muchos meses me estuvieron facturando lo de dos domicilios a mi cuenta).


El caso es que hace aproximadamente 3 meses (allá por mediados de enero) me llamó una comercial de Airis, diciendo que llamaba en nombre de Jazztel. Al principio me mostré bastante reticente, y generalmente con este tipo de llamadas-promocionales suelo colgar directamente. No es que no me gusten los regalos. Me gustan como a cualquiera. Pero sólo cuando son regalos de verdad. Y es raro que este tipo de regalos vengan de manos de compañías como Jazztel o Airis, donde si te dan 5 es porque tú les vas a dar 15.





PARTE 1: ENGANCHANDO AL CLIENTE

Volviendo al tema, me llama un tipo para contarme una película de que teniendo 20 MB y firmando la permanencia por 2 años más, me regalan un televisor de 32». Lo único, que tengo que pagar 100 euros en concepto de «gastos de envío». Qué bien ¿no?

Cuando se trata de regalos de entidades bancarias, generalmente cualquier «regalo» lleva asociado un pago IRPF ya que el regalo en realidad son los intereses (o ganancia) que se dejan de percibir a cambio del regalo. Esos intereses tributan … y el regalo también. Así que de ahí que cada regalo lleve su IRPF. Por ejemplo, cuando Banesto regalaba la PSP, había que pagar unos 40 Euros en este concepto, y en el caso del iTouch, unos 60. De manera que 100 euros por gastos «varios» (léase IRPF, gastos de envío o lo que se quieran inventar) podría ser, ya que eso significaría que la televisión tiene un precio valorado en 600 Euros. También cuentan lá película de que los 100 euros son porque el mensajero tiene que ir y venir 3 veces (1 para entregar los documentos, otra para devolverlos firmados y una última para venir con el regalo). En cualquier caso la cosa no tendría nada de especial … si no fuera porque era de la marca Airis.



La marca Airis para mí ha supuesto desde sus inicios sinónimo de chapuza total. De hecho sus productos llevan la sombra del ensamblado español del que tanto se ha hablado y que tan mala fama ha tenido durante muchos años. Antiguamente era una marca que se distribuía en Abyss, otra tienda que tenía cierta solera en cuanto a encabezar los rankings de mal servicio y reclamaciones. Antiguamente existía una web llamada «La Lista Negra» (sobre el año 1998) que desapareció tan rápido como apareció y que se dedicaba a mostrar las tiendas de informática con peor reputación. Abyss y Deima eran las campeonas indiscutibles de Madrid.

Bueno, para no irme mucho de la historia, TODOS los productos de regalo acogiéndome a la promoción de Airis-Jazztel eran de Airis. El comercial siguió hablando: lo único que yo tenía que hacer es seguir con Jazztel como hasta ahora. Esto era un premio por haber sido un cliente tan fiel y con esto me «aseguraban» que si Jazztel subía sus tarifas durante este tiempo, a mí no me afectaría (aunque sin duda sería mucho más probable lo contrario, que bajen y no me pueda beneficiar por la misma razón). Tácticas de marketing, como decir cosas a medias, no decirlas, o decirlas a la inversa. Le pregunto al comercial donde puedo ver los artículos de la promoción y me da una dirección de Airis donde aparecen unos artículos parecidos. No son los mismos modelos, y algunos ni están. Como no me decido, queda en llamar otra vez. Me da varios teléfonos para que llame yo, pero ya me avisa de que generalmente no los cogen porque si no «estarían todo el día cogiendo el teléfono».

Voy a resumir un poco en esta parte, porque hasta aquí todos conocemos la historia, a todos nos han llamado y a todos nos han ofrecido regalos a cambio de permanencias. Hasta aquí pues, nada raro. Finalmente no cogí la promoción, pues yo no tengo ADSL de 20 MB, sino de 3, y el regalo que me ofrecían no aparecía listado en ningún lado y parecía inventado. Soy poco amigo de las permanencias porque con el tiempo suelen aparecer mejores opciones que uno ya no puede coger por estar «atado». Lo único que reseñaré es que los comerciales de Airis me comentaron que tendría que darme de baja con Jazztel y darme de alta con ellos para aceptar la promoción. Pero ¿la cosa no era un premio por haber sido fiel? ¿y tengo que darme de baja? Antenas levantadas. Esto no cuadra. Así que dije que muchas gracias pero que no quería ningún regalo.

La cosa se pone interesante cuando en marzo me llaman de Airis para decirme que me han hecho un cargo de 29 Euros y que me lo están intentando devolver. ¿Cargo? ¿Por qué? ¿Cuando? Efectivamente reviso mi cuenta y había un cargo de 29 euros, que yo había achacado a una compra. El emisor del cargo era Barebone Express (Airis). Me dicen que si tengo otra cuenta para abonarme el dinero. Les doy otra cuenta. Esto es la semana previa a la Semana Santa. Me dicen que es muy posible que el dinero no me llegue esa semana, y que como en Semana Santa no trabajan, tendrá que ser al lunes siguiente. El dinero nunca llegó de vuelta. Esperé 2 semanas más. Llamé varias veces a los teléfonos de Barebone Express (ya que en Jazztel dicen desconocer dicha promoción) y hablé con varios contestadores automáticos, y con el portero de la oficina. Ninguna respuesta y el dinero sin aparecer.



PARTE 2: LA SOLUCIÓN.

La verdad es que conocía el método pero nunca lo había puesto en práctica. Como no conseguí que Airis me devolviera el dinero cobrado por el artículo 33, me dirigí al banco. Como el cargo estaba hecho a mi tarjeta de crédito, puse una reclamación por fraude. El emisor de mi tarjeta cubre cualquier fraude en los 13 meses siguientes de haberse producido, siempre y cuando no esté mi firma (lo típico con las promociones telefónicas). Para ello me dieron de baja mi tarjeta y me crearon una nueva. Yo intuía que no iba a haber más cargos fraudulentos, ya que lo que me habían cobrado eran 29 Euros en concepto de una cadena de música que yo no había recibido (de nuevo en concepto de «gastos de envío») y el banco pidió el comprobante de que yo había firmado algo. Como Airis naturalmente no lo tenía, a los 8 días tenía el dinero de vuelta en mi cuenta. En total, la gestión me llevó 15 minutos desde que entré en la sucursal hasta que salí. No tuve que interponer denuncia alguna ni nada. Fácil, sencillo y rápido. Cómodo no, porque eso me supone cambiar el nº de tarjeta en aquellos sitios donde la tienen almacenada pero tampoco es algo tan problemático.



PARTE 3: EL FRAUDE

Si recordáis, he empezado diciendo que esta promoción era un fraude no sólo hacia el cliente (que no recibe regalo alguno en gran parte de los casos) sino también hacia el Ministerio de Industria. ¿Por qué?


Pues porque el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio es el encargado del famoso Plan Avanza. A grosso modo, para quien no sepa en qué consiste, es una forma de fomentar e impulsar a las empresas y a los particulares mediante la adquisición de tecnología, tales como aparatos, software, … Uno presenta su «plan» y si el ministerio está de acuerdo, se le financia una parte e incluso hasta el 100% de la inversión que esa persona va a realizar. Y he aquí donde empieza la magia. Porque en realidad uno lo que va a hacer es comprar su propia televisión de 32» o su propia cadena de música y pagarla a plazos durante 24 meses. Si miramos lo que «vale» el adsl de Jazztel de 20 MB son algo así como 30 Euros al mes (sólo el ADSL, sin la línea). Si multiplicamos 30 euros por 24 cuotas, tenemos 720 Euros … lo que cuesta una tele de esas características según Airis (en realidad en cualquier comercio hay teles de 32» de LG o Samsung por 450 o 500 euros y teniendo en cuenta que es de Airis, no creo que se vendiera por más de 200 … pero ya veis, cuando se trata de Planes Avanza, tiran por lo alto). Una tele de 200 Euros por arte de birllibirloque pasa a costar 720. ¡¡MAGIA!!



Es decir que lo que el cliente está haciendo en realidad es COMPRANDO SU PROPIA TELEVISIÓN A PLAZOS. Ni más ni menos. De ahí que haya que dejar de pagar a Jazztel el ADSL (la línea sí se le sigue pagando, lógicamente) y que haya que pagar a Airis en su lugar. El dinero que pagamos a Airis se le pasa a Jazztel de otra forma, y como Airis ha «vendido» una televisión de 32», el gobierno le está financiando a través de Airis dicha compra. De ahí que la tele tenga un precio bastante superior al que tendría en el mercado (recordemos, no más de 200 euros). Airis ha conseguido vender una tele por casi 4 veces su precio, Jazztel ata a su cliente, un par de años y el cliente sigue pagando lo mismo sin saber que ha comprado un chisme a plazos. Aparentemente todos contentos, y el único que pierde es el Ministerio … o sea, todos los españoles.

Resulta sorprendente que el equipo de Miguel Sebastián no haya reparado en esta triquiñuela que ya se les ha a aplicado a clientos de clientes. Vaya fijación de esos clientes en adquirir los productos de Airis, ¿verdad?


Más información:

Forocoches
GSMSpain
BandaAncha
ADSLZone
Denuncia Social

y un muy largo etcétera


… Y el pleno al 15 …

Ahora Airis «regalan» ciclomotores (como sean igual de buenos que sus ordenadores …)